Julio César Chávez, considerado uno de los más grandes boxeadores de México, revela sus luchas personales y adicciones en una confesión sincera sobre su vida.
A pesar de su éxito en el ring, con seis títulos mundiales y más de 20 millones de dólares en el banco, Chávez enfrentó problemas graves de adicción que afectaron sus relaciones familiares.
El exboxeador comparte detalles sobre su infancia difícil, creciendo en un vagón de ferrocarril en Culiacán, y cómo esa experiencia moldeó su carácter y determinación.
Chávez admite haber estado involucrado con cárteles de narcotráfico durante su carrera, manteniendo relaciones de respeto mutuo para sobrevivir en un entorno peligroso.
Tras años de lucha contra las adicciones, Chávez encontró esperanza en la rehabilitación y ahora busca inspirar a otros a superar sus propios desafíos.
La leyenda del boxeo mexicano expresa su deseo de ser recordado en Culiacán, su hogar adoptivo, donde espera que la gente lo despida con cariño al last de su vida.