El lado oscuro de la época de oro del cine mexicano ha sido objeto de un reciente documental que explora tanto el legado artístico como las críticas que rodean esta era. La época dorada, que se extendió de 1936 a 1956, es recordada por su calidad cinematográfica y la aparición de figuras icónicas, pero también es importante analizar los aspectos más sombríos que reflejan la sociedad mexicana de la época.

Durante este periodo, el cine mexicano floreció en un contexto mundial marcado por la Segunda Guerra Mundial. Mientras las industrias cinematográficas de Estados Unidos y Europa se veían afectadas, México aprovechó la oportunidad para destacar en el ámbito del entretenimiento, produciendo películas que resonaron no solo en el país, sino en toda América Latina. Los directores y actores mexicanos se centraron en narrativas que exploraban la identidad, el amor y la cultura, dando pie a una versatilidad que aún perdura.

Sin embargo, a pesar de su esplendor, el cine de la época también perpetuó estereotipos negativos, como el machismo y el clasismo. Las mujeres rara vez eran representadas en roles protagónicos, y cuando lo eran, a menudo se mostraban como dependientes de sus contrapartes masculinas. Además, la omnipresencia del tequila en las narrativas cinematográficas ayudó a consolidar ciertas percepciones sobre la identidad nacional, a menudo vinculadas con irresponsabilidad y sufrimiento.

La llegada de la televisión en los años 50 marcó el inicio del declive del cine mexicano, una situación que se agravó con la muerte de importantes figuras como Pedro Infante. Este cambio, junto con la intervención estatal en la industria, llevó a la pérdida de centros de producción y a la disolución de premios importantes, como el Ariel.

Este documental no solo resalta el brillo de una época dorada, sino que también invita a reflexionar sobre los estereotipos y la representación en el cine, recordando que aunque estas obras son productos de su tiempo, su análisis es esencial para avanzar hacia una sociedad más equitativa. La historia del cine mexicano es un testimonio tanto de su grandeza como de sus carencias, y sigue siendo un tema relevante en la cultura contemporánea.