Diosdado Cabello, líder chavista, pierde el control emocional durante un discurso, lanzando insultos a Edmundo González, un político exiliado y crítico del régimen.
La situación se torna caótica cuando el público responde arrojando objetos al escenario, desafiando abiertamente la autoridad de Cabello.
Este incidente marca un punto de inflexión en la percepción pública del régimen, evidenciando un creciente descontento y la posibilidad de un cambio político en Venezuela.