Teoría conspirativa sugiere que Beyoncé es la verdadera villana en la industria de la música.
Usuarios vinculan a Beyoncé con la complicidad en delitos relacionados con el rapero Sean Combs, conocido como P. Diddy.
Se alega que Beyoncé ha manipulado la industria musical para mantener su estatus y controlar a otras artistas.
La teoría sostiene que las mujeres que representan una amenaza para la carrera de Beyoncé terminan fuera de la industria o sufren desenlaces trágicos.
Se menciona el caso de Aaliyah, quien falleció en 2001, como un ejemplo de las inconsistencias en la industria musical.
Artistas temen competir contra Beyoncé en premios como los Grammy, evitando represalias al mencionar su nombre en discursos de aceptación.