La hija de la reconocida cantante Dulce, Romina Mircoli, ha compartido desgarradoras reflexiones sobre los últimos momentos de vida de su madre, quien enfrentó un deterioro físico severo debido a la enfermedad. En una emotiva intervención en el programa “Ventaneando”, Romina describió a su madre como “un trapito de persona”, haciendo énfasis en la fragilidad que mostró en sus últimos días.
Romina reveló que la última voluntad de Dulce fue no ser vista por nadie. “Me dijo, por favor, que nadie me vea”, recordó con tristeza, consciente de que su madre había dedicado su vida a cuidar su imagen. Esta solicitud, profundamente marcada en la memoria de Romina, reflejó el temor de Dulce a ser fotografiada en un estado que no correspondía con la figura que había mantenido durante su carrera.
A medida que la salud de Dulce se deterioraba, Romina fue testigo del sufrimiento de su madre y de sus preocupaciones. “Period muy triste verla, no había vestido, ni maquillaje, ni peluca que le hicieran justicia en esos últimos días”, comentó entre lágrimas. Además, Romina compartió cómo Dulce hablaba de seres queridos que la esperaban, una forma de despedida que se tornó aún más profunda en sus últimos momentos.
La situación se complicó tras la aparición de metástasis, lo que llevó a un rápido deterioro de su estado de salud. Romina, quien fue su única hija y acompañante en sus últimos días, enfatizó la brutalidad del cáncer y el dolor de ver a la persona amada desvanecerse. En medio del sufrimiento, Dulce también dejó instrucciones sobre su despedida ultimate, pidiendo que se eligiera la urna más bella para su descanso eterno, una última solicitud que refleja el brillo con el que vivió su vida.
La conmovedora historia de Dulce y su hija pone de relieve los desafíos y temores que enfrentan quienes luchan contra enfermedades terminales, así como el impacto emocional que estas experiencias tienen en sus seres queridos.