El piloto de Red Bull afronta intranquilo la etapa decisiva de la actual temporada de Fórmula 1.
7 de octubre. Hace exactamente un año, Max Verstappen se proclamaba campeón del mundo de Fórmula 1 por tercera vez. Lo hacía justo antes de iniciarse la gira americana, con seis Grandes Premios restantes, ya además, de cierta manera, fastidiando a la categoría, pues se proclamó campeón en sábado, en la sprint, evitando el devenir habitual de los acontecimientos y con una celebración con un aroma extraño.
Un año del último título de Max Verstappen
365 días después, la situación es diferente. No diametralmente opuesta, pero sí diferente. Max Verstappen es líder de la clasificación general y está encarrilado a su cuarto título de campeón del mundo, pero mientras que en 2023 acababa de pasar a la historia por la mayor racha de victorias consecutivas, en la actualidad se encuentra en una de sus mayores rachas sin ganar desde que comenzase a hacerlo en una lejana temporada 2016.
Los 52 puntos que separan a Verstappen de su más inmediato perseguidor, Lando Norris, dan cierta tranquilidad al neerlandés, sin embargo, McLaren domina y Red Bull ya no opta a victorias, incluso dependiendo del circuito, tiene por delante a Mercedes y Ferrari. Y eso sí es un problema.
En Red Bull están convencidos de que sumando carrera a carrera, el título no se les va a escapar, al tiempo que dan por perdido el de constructores. Además, creen tener localizado el origen de los problemas, confiados en que las últimas mejoras que están por introducir ayuden en volver a encontrar el equilibrio del monoplaza, pero también son plenamente consciente de que el más mínimo tropiezo dejaría el mundial en manos de Lando Norris, pues, como les ocurriese en 2021, ya no tiene forma de competir contra su máximo rival, y los milagros ocurren de vez en cuando, y no siempre a tu favor.
Precisamente 2021 es lo muchos tienen ahora en mente. Ese final de temporada donde Mercedes fue arrollador, con una interesante estrategia de estrenar motores de combustión y donde Verstappen se sintió impotente, sin que su aporte pudiera reducir las diferencias. Algo que amenaza con repetirse justamente este año.
Más 2021 que 2023
La gira americana dictará sentencia en el devenir de esta temporada. Primero, Austin y México, donde el neerlandés ha realizado grandes carreras. Más tarde, Interlagos, donde las sensaciones son mixtas, para pasar a Las Vegas y Qatar, citas con poco historial, y finalizar en Yas Marina, donde si bien es cierto que el neerlandés ha ganado en las últimas cuatro temporadas, es un circuito donde no puedes hacer nada sin un buen monoplaza.
365 días. Un mismo líder, situación completamente diferente.