Mary Kate y Ashley Olsen, famosas desde bebés, enfrentaron una infancia marcada por la explotación y presiones en el set de “Full House”, donde comenzaron a trabajar a los 9 meses.
A medida que crecían, la presión mediática y las expectativas sobre su imagen llevaron a Mary Kate a desarrollar un trastorno alimenticio, evidenciando el impacto negativo de la fama en su salud mental.