El año 2024 fue un periodo de luto en el ámbito artístico mexicano, marcado por la pérdida de diez actrices icónicas que dejaron una huella imborrable en la cultura del país. Entre ellas, Silvia Pinal, un emblema del cine mexicano, falleció a los 94 años, dejando un legado de talento y elegancia. Su vida fue un testimonio de resiliencia, y su influencia perdurará a través de sus memorables interpretaciones.
Elena Rojo, reconocida por su valentía al enfrentar el cáncer, falleció rodeada de su familia, simbolizando la fuerza del espíritu humano. Jessica Jurado, aclamada por su trabajo en telenovelas, dejó un vacío tras su repentina muerte a los 56 años. Verónica Tont, quien luchó contra el cáncer de mama, y María Eugenia Ríos, cuyas actuaciones cautivaron a generaciones, también se despidieron.
Cada una de estas talentosas mujeres no solo fue una artista, sino un ejemplo de dedicación y pasión que continuará inspirando a futuras generaciones. Su legado artístico permanecerá vivo en la memoria colectiva del pueblo mexicano.