La trágica muerte de Yul Brynner y su esposa, Katy Lee, ha dejado una huella profunda en el mundo del entretenimiento. Brynner, conocido por su icónico papel como el Rey de Siam en “The King and I”, luchó contra el cáncer de pulmón durante sus últimos años, una batalla que comenzó en 1983 tras un diagnóstico devastador. A pesar de ello, su pasión por la actuación le llevó a continuar trabajando, incluso cuando su salud se deterioraba. Su última actuación tuvo lugar el 30 de junio de 1985, marcando el punto culminante de una carrera que abarcó más de cuatro décadas.

Nacido en 1920 en la isla de Sajalín, Brynner se convirtió en una figura prominente tanto en el cine como en el teatro. Su trayectoria estuvo marcada por relaciones tumultuosas, incluyendo cuatro matrimonios, siendo el último con Katy Lee, una bailarina con la que se casó en 1983. A pesar de la diferencia de edad de 36 años, Brynner y Katy compartieron un vínculo fuerte, especialmente durante su enfermedad, donde ella se convirtió en su apoyo incondicional.

La muerte de Brynner el 10 de octubre de 1985 a los 65 años no solo marcó el fin de su vida, sino también el cierre de una period en Hollywood y Broadway. Sus cenizas fueron esparcidas en Francia, cumpliendo su deseo de un descanso eterno en un lugar significativo. Brynner dejó un legado que va más allá de su impresionante carrera; su lucha contra el cáncer y su mensaje sobre los peligros del tabaquismo resonaron con muchos, inspirando a otros a cuidar su salud.

Katy Lee, quien se retiró de la vida pública tras la muerte de su esposo, lleva consigo un recuerdo valioso de aquellos años de amor y arte. La historia de Yul Brynner es un recordatorio de la complejidad de la vida de las estrellas, marcada por el éxito, el amor y la tragedia, y su legado perdura en la memoria colectiva del entretenimiento.