El despido de Marcelo Campos, el chófer de Mirtha Legrand, ha desatado un escándalo en el mundo del espectáculo argentino. Después de tres décadas de servicio, Campos fue desvinculado sin una explicación clara, lo que ha generado diversas especulaciones sobre las verdaderas razones detrás de esta decisión.

En una conversación con Nancy Duré en el programa “Mediodía Bien Arriba”, Campos expresó su confusión, afirmando: “Yo tampoco sé por qué me echaron. Pregunté y no me dijeron nada”. Aunque el despido se ha atribuido a un conflicto salarial, otras teorías sugieren que la familia de Mirtha podría haber decidido prescindir de sus servicios como parte de un ajuste de costos. Según informes, el problema comenzó en abril del año pasado, cuando Campos solicitó el pago de horas extras debido a su carga laboral, que incluía el transporte de los hijos de Juan Viale y otros compromisos familiares.

Con 97 años, Mirtha Legrand ha reducido sus apariciones públicas, lo que ha llevado a su familia a cuestionar la necesidad de un chófer a tiempo completo. Esta situación ha dejado a Mirtha en una posición incómoda, ya que, aunque se siente triste por la salida de Campos, no tuvo poder de decisión en el despido. Se alega que la decisión fue tomada por su nieto, Nacho Viale, quien habría considerado que el puesto ya no era esencial.

Marcelo Campos ha indicado que podría tomar acciones legales si no se llega a un acuerdo sobre el pago que reclama. Este giro en la historia no solo afecta a Mirtha, sino que también podría poner en el centro de la controversia a toda su familia, generando un escándalo que podría tener repercusiones en su imagen pública.

Mientras Campos espera una resolución, la comunidad de seguidores y fanáticos de Mirtha se pregunta si debería haber intervenido más en esta situación. ¿Fue la decisión de su familia la correcta o debería haber defendido a quien le ha acompañado durante tantos años? La polémica continúa.