La situación en Red Bull ha alcanzado un punto crítico tras la reciente intervención de Max Verstappen, quien ha exigido a Christian Horner la reincorporación de Sergio “Checo” Pérez al equipo. Este reclamo surge después de meses de especulación y un evidente declive en el rendimiento del segundo coche, lo que ha llevado al tricampeón del mundo a tomar acción directa.

Verstappen se ha mostrado cada vez más frustrado por la inconsistencia de su compañero Liam Lawson, quien no ha logrado sumar puntos regularmente. En una reunión urgente con Horner, Max dejó claro que para mantener el dominio en la Fórmula 1, Red Bull necesita a Pérez de vuelta. La presión sobre el equipo ha aumentado considerablemente, con patrocinadores y accionistas cuestionando la efectividad del segundo piloto.

La decisión de traer de regreso a Checo no solo implicaría reconocer un error, sino también asegurar un futuro más estable para Red Bull. La situación está en manos de la directiva, y el tiempo corre para evitar que sus rivales se acerquen demasiado.