Anahí enfrenta acusaciones de fraude relacionadas con su línea de lentes, generando pérdidas millonarias.
Su supervisor, Pablo Ahumada, es señalado por no cumplir con las promesas de promoción y venta de los productos.
Solo se vendieron 162 de 8,000 pares de lentes en el lanzamiento, lo que representa un 2.25% de la colección.
Ahumada, quien maneja a varios artistas, es acusado de manipular a sus talentos y no asumir la responsabilidad de las bajas ventas.
La situación ha llevado a cuestionar la credibilidad de Anahí y su equipo en el ámbito de las redes sociales.
La controversia se agrava con la mención de otros artistas involucrados, como Peso Pluma y Dangerous Bunny, quienes no han respaldado la colección.