Libertad Lamarque, nacida el 24 de noviembre de 1908 en Rosario, Argentina, es recordada como una de las voces más emblemáticas del tango y una figura icónica del cine argentino. A pesar de su pequeño tamaño, su presencia escénica y su poderosa voz desafió las expectativas de la época. Desde temprana edad, Lamarque mostró un talento innato, comenzando su carrera artística a los siete años en obras de teatro locales. Su vida estuvo marcada por desafíos personales, incluyendo una infancia compleja marcada por la pobreza y la pérdida de seres queridos.
La carrera de Lamarque despegó en la década de 1920 cuando, con solo 15 años, se unió a una compañía teatral que la llevó a recorrer varias ciudades. Su interpretación del tango “El huérfano” cautivó al público y solidificó su lugar en el mundo del entretenimiento. A partir de 1926, comenzó su carrera en la radio, lo que le permitió grabar sus primeras canciones y alcanzar la fama en el mundo del tango.
Sin embargo, la vida private de Lamarque fue tumultuosa. Su matrimonio con Emilio Romero estuvo plagado de problemas, incluyendo la violencia y el abuso de sustancias. A pesar de estas dificultades, su carrera continuó en ascenso, y en 1931 fue coronada reina del tango, un título que reafirmó su estatus en la cultura argentina. A lo largo de su vida, Lamarque luchó con la presión de mantener su imagen pública mientras lidiaba con el dolor y la soledad que a menudo acompañaban su fama.
En la década de 1940, su relación con el gobierno de Juan Domingo Perón complicó su carrera, ya que se sintió excluida de la industria cinematográfica, posiblemente debido a tensiones con Eva Duarte. A pesar de estos contratiempos, Lamarque siguió trabajando en el cine y la radio, convirtiéndose en un símbolo del melodrama argentino.
Su vida culminó en el año 2000, cuando falleció a los 92 años en México. A pesar de los altibajos, su legado perdura, y su historia es un recordatorio del costo emocional que conlleva la fama. Libertad Lamarque dejó un impacto imborrable en la cultura argentina, siendo recordada no solo por su arte, sino también por la complejidad de su vida.